lunes, 21 de marzo de 2011

JUEGO E IMPROVISACIONES CON TÍTERES: IMPLICACIÓN PEDAGÓGICA

Los Nuevos Diseños Curriculares ponen su acento en formar niños perceptivos, críticos y creativos. El desarrollo de la creatividad es tarea de todo educador. ¿Cómo podemos entonces desarrollar la creatividad en los niños? La única manera es crear espacios y medios de expresión que posibiliten que nuestros alumnos manifiesten sus sentimientos e ideas, habitualmente inhibidos e inexpresivos. 

La expresión es siempre acción, un hacer, un construir. Y uno de los medios más idóneos para ejercer y desarrollar la creatividad es el juego. Aquí es donde podemos destacar la importancia del juego dramático y del juego teatral. 

Como afirma Roberto Vega en El Teatro en la Educación, las posibilidades educativas del teatro ...responden directamente a la nueva ética de la educación, que tiende a hacer del individuo protagonista de su propio aprendizaje y su desarrollo cultural, haciendo pasar el eje de la actividad por el alumno,; tal actitud democrática da responsabilidad a los educandos en el proceso de crecimiento, propone soluciones como individuos y como grupo, y con la posibilidad de encontrarlas y también de equivocarse, valoriza el poder educador del grupo..
 
La función del docente que aplica juegos teatrales no es formar actores sino utilizar el teatro como un vehículo de crecimiento grupal y, según el contexto, también como recurso didáctico. Dentro de estos juegos teatrales es que incluimos la improvisación con títeres. El empleo del títere en la escuela como técnica expresiva es muy importante, ya que la personalidad del títere adquiere características del intérprete-niño, que se comunica con los otros títeres casi sin darse cuenta. 

Esta actividad teatral permite al niño hablar, mejorar su lenguaje y enriquecer su vocabulario.
A su vez, cada niño que participa en la improvisación escucha atentamente a los otros personajes y aprende a reaccionar ante las propuestas del otro. Jugando con estas identidades prestadas aprenden a expresarse oralmente y, a su vez, a escuchar a sus compañeritos. 

Diferenciaremos el juego y la improvisación con títeres de la representación con títeres.
El juego con títeres es un juego exploratorio y paralelo. Los niños juegan con los títeres, probando sus posibilidades individualmente o en grupo. No hay público espectador. 

Las improvisaciones pueden ser producto de ese mismo juego con los muñecos o ponerse al servicio de consignas específicas dadas por el docente. En estas improvisaciones ya existe un conjunto de acciones y un conflicto. Estas acciones han sido previamente pensadas para llevarlas a la práctica. El docente puede formar grupos de no más de dos o tres niños, para que éstos tengan la posibilidad de relacionarse y escucharse. Estas improvisaciones pueden contar con espectadores o no. 

La representación consistirá en la obra de teatro que se lleva a cabo, respondiendo a un texto escrito o no y que ha sido ensayada y dirigida. Dentro de estas representaciones incluiremos las realizadas por los mismos chicos y las realizadas por los docentes para un público infantil. 

En el caso de las representaciones llevadas a cabo por los mismos niños, éstas formarán parte de un proceso durante el cual los chicos participarán en el armado de los títeres y la decoración del teatrito. Esta actividad será muy enriquecedora pero el niño aquí no gozará de la misma libertad, manipulará su títere y lo hará actuar sin jugar, siguiendo las directivas del docente y acotando sus diálogos a un guión previamente establecido.

Lo expresado anteriormente no supone que el trabajar sobre un tema preestablecido limite obligatoriamente las posibilidades creativas y de expresión de los niños, siempre y cuando esta actividad que se realice en el ámbito escolar se aborde utilizando al títere como un medio a través del cual los niños puedan expresarse y no intentando obtener de ellos manifestaciones artísticas. Su importancia radicará en el proceso que protagonizará cada niño al realizar sus propios títeres, pensar en un guión, adornar con la ayuda de la docente el teatrito, seleccionar la música adecuada. No se exigirá un producto final de una calidad artística destacada sino que el acento estará puesto en el producto. 

En el caso de las representaciones llevadas a cabo por los docentes, el niño se transformará en un espectador y como tal, también movilizará una rica gama de experiencias de aprendizaje.
El teatro permite a los niños espectadores...procesos de identificación que llevan a compartir diferentes emociones y avatares que viven los personajes; sugiere muchas realidades que favorecen el desarrollo de la imaginación y la creatividad, estableciendo, a la vez, una distancia que impide que queden adheridos a ellos confundiendo sus deseos y temores.... El contacto con esta manifestación artística es, sin embargo, poco frecuente en la realidad de los niños que transitan estas secciones. Por eso reviste gran importancia que la escuela vehiculice el acceso al teatro como bien cultural al que tienen derecho de conocer y disfrutar, iniciándolos en el rol de espectadores teatrales…(Diseño Curricular para la Educación Inicial. Niños de 4 y 5 años. Literatura, pág. 350) 
 


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